jueves, 28 de marzo de 2013

Electroestimulador Muscular


ELECTROESTIMULADOR NEURO MUSCULAR
En Fisioterapia se definen como la terapia física que aplica diversos tipos de impulsos eléctricos para conseguir una contracción de la musculatura a tratar, con una amplia variedad de tipos diversos de estimulación eléctrica, con una amplia gama de variaciones en la frecuencia y en amplitud.
Electroestimulador es el equipo que se utiliza para provocar los efectos arriba señalados, con el podremos relajar la musculatura, mejorar su respuesta ante el estímulo deportivo, evitar lesiones, y todo ello tanto en el campo de la rehabilitación como en el del fitness para mejorar en suma la capacidad acción y de recuperación de la musculatura.
Aunque en el pasado los electroestimuladores se utilizaban esencialmente en terapia, y en ella a una amplia gama de patologías que van desde las hemiplejías hasta cualquier tipo de atrofia muscular, el hecho de obtener una contracción muscular visible cuando el paciente no tiene una capacidad voluntaria para realizarla supone al mismo tiempo que un cuidado la musculatura y una mejora del trofismo local, un aumento de la circulación venosa y arterial, y tiene unos efectos psicológicos notables sobre el paciente puesto que es capaz de ver con sus ojos como esos músculos que él no controla todavía están operativos y ello le devuelve la esperanza que le transmite el fisioterapeuta de forma activa, sus músculos van a volver a funcionar.
ELECTROESTIMULACIÓN MUSCULAR. ¿QUÉ ES, CÓMO FUNCIONA?
El electroestimulador es básicamente un aparato de electroterapia que produce el tipo de corriente específica que necesitamos, para lograr el impulso eléctrico justo capaz de generar una respuesta motora. Los equipos actuales más modernos son incluso capaces de producir una estimulación secuencial, ello quiere decir que podemos trabajar primero el músculo agonista y luego el músculo antagonista obteniendo un trabajo más fisiológico de los músculos en cuestión.
Los estímulos eléctricos cuando alcanzan suficiente amplitud tiene la capacidad de producir un potencial de acción muscular, el nervio conduce la señal y en la placa motora se desencadena una descarga que produce una contracción. Un buen electroestimulador debe poder trabajar con unas frecuencias entre dos y 120 Hz, suelen tener los programas más eficaces y utilizados en memoria y básicamente no hay nada más que hacer, buscar el programa adecuado y aplicarlo. Ello implica que se tiene a disposición toda una serie de programas específicos para actuar sobre las fibras musculares lentas y rápidas, y hacerlo actuando sobre el músculo para conseguir mayor respuesta veloz, explosiva, así como tratamientos secuenciales, masaje y recuperación tras el esfuerzo.
La eficacia de la ELECTROESTIMULACIÓN MUSCULAR está en relación con la intensidad aplicada, a mayor intensidad más número de motoneuronas activadas. La intensidad se mide en mA (miliamperios) y se aumenta manualmente en el electroestimulador. La intensidad, la cantidad de electricidad, tiene mucha importancia en la búsqueda de una mejora de la fuerza y de la resistencia. La recomendación es amplia con un inicio en 28 mA hasta 120 mA o la máxima soportable 
El desarrollo del conocimiento de la contracción muscular por electroestimulación, ha permitido saber los diferentes efectos en función de la frecuencia de los impulsos eléctricos. Así:

·         La utilización de frecuencias muy bajas (por debajo de 10 Hz) va a dar lugar a un aumento de la circulación sanguínea, va a tener un efecto descontracturante y relajante, y va a producir un aumento de la secreción de endorfinas.

·         Si utilizamos frecuencias bajas (entre 10 y 30-35 Hz) de estimulación, vamos a estar activando principalmente las fibras lentas o tipo I (de metabolismo principalmente aeróbico, esencial en las pruebas de fondo) del músculo activado.

·         Frecuencias intermedias (entre 30-35 y 50 Hz) van a provocar la contracción de las fibras musculares de tipo mixto o IIa (fibras de metabolismo mixto, aeróbico-anaeróbico) principalmente.

·         Frecuencias altas (por encima de 50 Hz) traen consigo la activación de las fibras musculares más rápidas o de tipo IIb (fibras de metabolismo anaeróbico predominantemente, fácilmente fatigables) que son las que intervienen de forma preponderante en los ejercicios de muy alta intensidad.

En este sentido pueden ser usadas en los siguientes trastornos:
Fortalecimiento muscular
    Artrosis
    Síndromes por abuso
    Períodos de inmovilización post-yeso
    Procesos post-quirúrgicos
    Contusiones y esguinces
    Rehabilitación deportiva
    Flacidez muscular
    Modelación de contornos corporales
    Tratamientos pre y post partos
Estímulo circulatorio
    Anomalías debidas a trastornos del equilibrio neurovegetativo
    Edemas post-traumáticos y post quirúrgicos
    Edemas localizados
    Insuficiencia venosa
    Hematomas residuales
    Hemartrosis
    Anomalías circulatorias
Analgesia
    Proceso post-trauméticos
    Mialgias
    Neuralgias
    Espondilosis
    Periartritis
    Neuropatías por atrapamiento
    Analgesia post-quirúrgica (dermolipectomías, cesáreas etc)

¿En qué zonas se aplica?
Pueden aplicarse en casi cualquier grupo muscular teniendo en cuenta las contraindicaciones mencionadas más abajo. Normalmente se utilizan para la zona glútea, piernas (especialmente aductores y cuádriceps), brazos, abdomen, espalda y pectorales.
¿Cuántas sesiones son necesarias?
Las sesiones necesarias dependen del tratamiento a realizar, de la zona y del estado muscular. Cualquier tratamiento necesita un mínimo de 15 sesiones, para mayor eficacia se requieren que éstas estén repartidas 3 veces por semana.
¿Contraindicaciones?
Las terapias con corrientes de media frecuencia se encuentran contraindicadas en los siguientes casos:

o    Pacientes portadores de marcapasos
o    Zonas de piel que presenten heridas abiertas o micosis
o    Gangrena
o    Prótesis metálicas subyacentes de localización superficial, en el caso de que el paciente experimente dolor
o    Zona abdominal en pacientes embarazadas
o    Procesos neoplásicos subyacentes
o    Isquemia por insuficiencia arterial
o    Úlceras varicosas
o    Flebotrombosis
o    Síndromes febriles
o    Pacientes Epilépticos
o    Aplicación sobre órganos de los sentidos
o    Zona génito-urinaria en caso de que el paciente tenga colocado un DIU
o    Procesos infecciosos
o    Tumores
o    Inflamaciones locales







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3 comentarios:

  1. gracias, muy claro y puntual, gracias

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  2. Excelente artículo sobre la electroestimulación muscular, pero si bien existen aparatos para ello, también los masajes son muy buen remedio. Pero os comparto, un artículo sobre el El mejor aparato de electroestimulación muscular del 2018

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